Ayer, el Laboratorio de Maca me brindó un premio muy especial, que venía acompañado de un cuestionario. Tenía que contar siete cosas sobre mí. Iba un poco más allá, tenía que desvelar mis siete secretos inconfesables... "¡Ay madre, cómo empiezo esto!", me dije. Pero fue más fácil de lo que yo me imaginaba... No sé si son inconfesables, pero seguro que son desconocidos para muchos de los que leáis el post. Así que hoy, A nice style se convierte en un confesionario improvisado. Así que, como dice la canción: "Hey, ho, let's go!".

Confieso que...

1. A mí tb me encanta estudiar. Nunca ha sido problema para mí. Era la friki en las clases de Historia e Historia del Arte en el cole y lo mismo me pasó en la carrera. Me gustaba (por no decir que me encantaba) ir a clase, algo que al decírselo a mis compañeros de claso solía ser un tema controvertido... De hecho, con los apuntes llegué a ser extremadamente ordenada. Bolígrafos en línea y en el estuche nunca podía faltar la regla. Era un objeto FUNDAMENTAL. Confieso que odiaba dejarme el estuche en casa. Ese día, no era yo. Me faltaban mis bolis, mi goma, mi preciada regla... Ese día las cosas no iban bien. ¿Enfermedad? ¿Obsesión? Posiblemente las dos... Al llegar a casa tenía que pasar lo apuntes a limpio, con mis bolis, claro... Era escrupulosamente ordenada con los cuadernos y el material escolar (algo que me sigue pasando aún hoy...).

2. El punto uno viene directamente relacionado con esto. Confieso que... mi sueño desde pequeñita era tener una papelería. De pequeña, prefería que me regalaran cuadernos y bolis antes que muñecas. Llevarme a mí a una papelería era como ir al Parque de Atracciones o a Disneyland. Y mis padres lo sabían... Un plan ideal para un sábado por la mañana: ir a la papelería para comprar material de oficina para mi padre. Qué sensación... Con el paso del tiempo empecé a fijarme en los grosores de los papeles y en el tipo de bolígrafos que mejor se adecuaban a ellos. Lo reconozco es algo enfermizo. Aún hoy, entrar en una papelería me produce una sensación de alegría... No os quiero contar cuando me toca ir a comprar las cositas para el packaging de Hannah: Día de Fiesta!

3. Me gusta el chocolate. Eso no es algo que sorprenderá muchos pero confieso que un día me tomé una tableta de chocolate Nestlé entera... Sí, sí, enterita. Ahora, lo mucho que me gustó fue proporcional al dolor de estómago y de muelas que tuve durante toda esa tarde. Una y no más...

4. Soy tremendamente vergonzosa, lo que en muchas ocasiones degenera en una inseguridad infinita. Confieso que me cuesta muuuucho escribir este tipo de post y que me costó una barbaridad publicar mi foto aquí... Esa inseguridad me hace dudar muchas veces incluso sobre los diseños de Hannah, algo que muchas ya sabéis porque os lo he comentado en varias ocasiones.

5. Me encantan las películas de dibujos animados. Mi preferida es La Belle Durmiente de Diseney. Confieso que de pequeña la vi tantas veces que me sé los diálogos de "pe a pa". ¡¡Enteros!! La típica tarde que estoy sola en casa y que lo único que tengo que hacer es vestir a Hannah me la pongo, pero sólo para saber si sigo recordando cada frase...

6. Me encantan las series pero tengo especial debilidad por Friends y por Dawson Crece. Confieso que tengo las diez temporadas de Friends y que cada una me la he visto un total de unas diez veces, como mínimo. La Bella Durmiente me la pongo sólo cuando los cd's de Friends amenazan con rayarse dentro del reproductor de DVD's...

7. Me gusta muuuucho Jane Austen. De hecho, es una escritora que me inspira. Confieso que el libro de Orgullo y prejuicio es mi libro de cabecera. Cada noche, leo un poco del libro de turno pero antes de irme a dormir, nunca faltan unas paginitas de esta novela, en su versión en inglés, eso sí. Cuando lo acabo vuelvo a empezar y así en adelante. Es una historia que nunca sale de mi vida.

Y con esto y un bizcocho, me despido hasta el lunes. Aunque estaré muy lejos de Madrid, os he dejado unos posts preparados con las novedades que tenía pendientes.

¡Que tengáis un buen día!