¡Buenos días!

Cuando hace uno días os conté que esperamos a nuestro segundo bebé para Navidad, os decía que me apetecía mucho compartir con vosotr@s esta nueva etapa. Y me encantaría decirte que todo es de color de rosa, aprovechando que es una niña... Pero no. Con este calor, solamente pienso en emigrar de forma permanente a Siberia. Por dios, qué calores... Y todo lo que ello conlleva: bajadas de tensión, manos hinchadas que no me caben ni las gomas de pelo, mi cara es del tamaño de una cookie familiar... Vaya, que solo espero no salir volando como un globo.

Reconozco que el verano está siendo más complicado de lo que yo pensaba. Sabiendo que el tercer trimestre, cuando toodo pesa más, me tocaba a partir de septiembre, con el fresquito, no caí en que este año viviríamos la mayor ola de calor en años. Así que recurro a trucos caseros y remedios de toda la vida intentar no estar tan hinchada y que no me afecte:
* Tenemos la suerte de tener piscina, así que paso mucho rato con las piernas en remojo y me estoy bañando más que en lo últimos diez años.
* Intento reducir la sal de las comidas, sin prescindir totalmente de ella, porque también tengo la tensión baja. Pero intento no abusar.
* Caminar todo lo que puedo, aunque con el peque de vacaciones y con este calor, es el punto que menos cumplo.
* Mi médico me recomendó que, una vez a la semana, SOLO UNA VEZ, desayunara normal (mi tostada con tomate y aceite) y comiera, merendara y cenara fruta y leche. Insisto, solo una vez a la semana y siempre que me encontrara bien de fuerza y de tensión, con el fin de ayudar a evitar la retención de líquidos y deshincharme.
* Cuando me ducho, termino pasándome la ducha con agua fría con las piernas, para activar la circulación. Aunque es verano, sé que no es muy agradable pasarte con agua fría-fría, así que lo que hago es comenzar con agua templada y voy moviendo el grifo hacia el lado de frío poco a poco para evitar la impresión. Cuando termino con una pierna, repito operación.
* Todas las noches, cuando me voy a la cama, me tumbo boca arriba con las piernas en alto (unos 25 centímetros más altas que la cabeza). Al final del día, suelo tener los pies y tobillos hinchados y me ayuda mucho. Suelo estar unos 20 minutos de reloj, como me recomendaron. Además, me ayuda a relajar las lumbares muchísimo.
Lo mejor de esta semana es que por primera vez he podido notar verdaderas pataditas de la pequeñita. Las semanas de anteriores, había notado aquello que llaman aleteo de la mariposa y solamente como burbujitas, pero esta semana ya sí que han sido sus primeras pataditas, una sensación alucinante y una ilusión tremenda poder volver a notarlo.

Además, han llegado los primeros regalines. Mi madre nos regaló el otro día sus dos primeros bodies, uno de los cuales ya he guardado para su primera puesta. Y tiene su primer peluche, esta pequeña mantita-ovejita, tan gusto y que tanto les gusta a los peques. En definitiva, que todo vuelve a oler a bebé y estamos otra vez entre nubes. Nuestra pequeña ha tardado mucho, y nos morimos de ganas de verle la carita.