¡Buenos días!

En el post de hoy, quiero compartir cómo va avanzando el embarazo. Hoy mismo cumplo 30 semanas. Tanto con Miguel como ahora, la semana 30 la he visto como el comienzo de la recta final. Ya no cambiaremos más cifras, he superado 3/4 del embarazo. Algo psicológico, más bien. Y quiero contarte cómo va todo.

Lo cierto es que este embarazo lo estoy viviendo diferente al de Miguel. La retención de líquidos e hinchazón han hecho que esté incómoda desde mucho antes que con el primero. Yo me he notado más pesada, con peor humor y con unas ganas locas de que pasaran las semanas.

Pero ayer, caí en la cuenta de lo poco que falta. Son diez semanas para salir de cuentas. Diez semanas para llevar a la pequeñita dentro, de sentirla, de que esté conmigo... Y eso es verdad que me hace sentir especial. Sus pataditas son cada vez más fuertes, se nota que responde a estímulos y diría que hasta ella nota cuando me pongo nerviosa.

Hace dos semanas, tuvimos la ecografía de las 28 semanas, donde nos dieron una buena noticia. Habíamos pasado los dos últimos meses pensando en la salud de nuestra pequeña. En la semana 20, detectaron un foco en el corazón, en el ventrículo izquierdo en un examen ecográfico. Nos dijeron que, si este foco, o pelota de golf, como suelen llamarlo en el argot médico, no estaba relacionado con ninguna malformación o anomalía, no tenía por qué revestir ningún tipo de gravedad y, si todo seguía su curso, para la semana 28, debería de haber desaparecido casi por completo. Y, por suerte, así ha sido. Esa pelotita de golf, es ya casi imperceptible; nuestra pequeña está estupendamente, creciendo y ya entonces pesaba 1180 gramos. Puedes imaginar la alegría que nos dio saber que está bien. Yo lloré como una magdalena en la camilla y, cada vez que pienso en ello, no puedo evitar sentir una enorme felicidad.

Además, he ido a mi ginecólogo estos días para enseñarle los resultados de la eco y comentarle cómo me he sentido el último mes. Volví a hacer hincapié en la hinchazón que noto, en cómo me encuentro y en la retención de líquidos. Un nuevo análisis de sangre y visita al endocrino para cerciorarnos de que el problema no es más que algo normal del embarazo y que esa hinchazón no esconde un problema mayor. A su vez, me ha dado unas pautas para comer, para comer bien, de todo, que incluyen muchas verduras, proteínas y, por supuesto, calcio, legumbres, pastas y arroz.

Estas nuevas normas de alimentación comencé a seguirlas el lunes y, no sé si es coincidencia o no, pero duermo mejor y me encuentro bastante mejor. Tengo mucho menos ardor y me noto algo más deshinchada. Esta sensación de sentirme mejor, hace que esté de mucho mejor humor, te lo aseguro. Tengo más ganas de hacer más cosas :)

Mis siguientes pruebas: a finales de octubre tengo las pruebas preanestésicas, con análisis incluido. Y, cuando las tenga, el médico valorará los resultados y nos dirá cuándo hacernos la siguiente ecografía. Para entonces, ya habremos llegado a la semana 34-35. ¡Increíble! Síntoma de que el otoño empieza a dejar paso al invierno, que diciembre estará más cerquita y que la hora en que veremos a nuestra pequeña está más cerquita.

Espero que te haya gustado este recorrido por mi embarazo. Prometo editar el post e incluir una foto para que veáis cómo crece la tripilla. En cuanto pille por banda hoy a alguien que me haga una foto medio decente :P