Hay veces que cuando te pones a hacer cosas en tu espacio de trabajo, se crean bodegones solos sin tú darte cuenta. Es lo que me pasó hace unos días. Me di cuenta de que había creado una escena preciosa para fotografiar muy inspiradora. Pensé que podía gustaros y no pude dejar de fotografiarla. Espero que os gusten las fotos tanto como a mí.
Fijaos además que no hay muchas cosas en medio: un cuaderno Cgaruca bonito, una etiqueta handmade, dos washis, un poco de cinta de algodón y una ramita seca de eucalipto. Y tenemos una escena para el viejo otoño que ya está por terminar.
¡Que tengáis un feliz viernes!
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