Desde hace algunos meses, hay una pequeña que me ha causado unos cuantos quebraderos de cabeza. Se llama Hannah y ha pasado a formar parte de mi vida. Ella nació como un broche hecho, en su totalidad, de fieltro. Ademas, quienes la llevaban en sus solapas sólo veían de ella su carita y parte de su traje.
Supongo que todas aquellas amantes del handmade me entenderán al afirmar que, una vez que creas algo, coges el tranquillo y empiezas a realizarlos casi sin darte cuenta, siempre intentas ir un poco más allá: mejorar el proceso y los materiales y perfeccionar cada una de sus partes. En mi caso, el hecho de la evolución de Hannah se debió a esto y a un reto que me propusieron: "¿Podrías darle relieve?", me preguntaron. Y fue entonces cuando ella tomó la forma actual.
Para empezar, necesitaba nuevo material y la duda, evidentemente, surgió: ¿cerámica?, ¿porcelana?, ¿escayola?, ¿fimo?... Estaba totalmente perdida y decidí acercarme a alguna de mis tiendas habituales, donde una de las dependientes me aconsejó muy bien. Me hice con un paquete de pasta para modelar que se seca al aire libre, herramientas para el modelado, y pinturas (por el momento sólo los colores primarios, blanco y negro y algunos pinceles). Tampoco quería hacer una gran inversión porque no sabía entonces cuál sería el resultado de
todo.
No tenía ni idea de cómo empezar pero una mañana me puse manos a la obra (por suerte, ese día las musas estaban conmigo). Tras los primeros prototipos, estaba contenta. ¡La cosa marchaba! Pero, una vez secas, empecé a ver que no todo era color de rosa y fue entonces cuando surgieron los nuevos problemas: la figura tenía impurezas, a la pintura le salían poros y a ello había que sumarle el tiempo que tardaban en secarse, lo que hacía que el proceso fuera eterno (aunque esto era lo que menos me preocupaba).
Pero lejos de desanimarme, cada vez que tenía algo de tiempo libre, volvía a Hannah. Descubrí que el tiempo no era un problema, sino solamente parte del proceso, así que me centré en perfeccionar su carita (especialmente al pintar sus rasgos con la pintura) y todo su cuerpo.
Unas semanas después, tenía en casa mi primera remesa (10) que, como siempre, fueron a parar a manos de famliares y amigas. Después de tanto trabajo, me di cuenta de que todo ese tiempo empleado merecía la pena porque las pequeñas gustaban!
Hoy, casi ocho meses después de mis primeros intentos, tengo el placer de presentaros a Hannah. Por ahora, sólo conoceréis su figura. Mañana podréis conocerla mejor y una de vosotras tendrá la oportunidad de recibirla en casa. Y es que, al ser un día tan especial, sortearé a esta pequeña.
Espero que os haya gustado!
4 comentarios:
Qué monada!! me parece una preciosidad! Eres toda una artista, besos
mil gracias, shoptimista!!
¡¡¡Me encanta, me encanta!!! Es una muñequita muy especial, muy dulce... Tengo ganas de verla ya con otros vestiditos, trajecitos, accesorios...Es una verdadera joyita (^.^)*
Felicidades!
Un besote!
Kiomi.
jejeje es muy graciosa a ver si te animas a hacer una hannah mulatita,jejejeje.
kisses
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