Hoy quería enseñaros un descubrimiento que hice hace unos meses. En mayo, toda nuestra vida giraba en torno a un tema: LA BODA. Tras tener definido el diseño del traje, los zapatos elegidos, algo nuevo, algo viejo, algo azul y algo prestado, seguía habiendo una cosa que me traía de cabeza: EL RAMO. Por más que miraba y miraba no me decidía. No sabía qué forma quería, qué tipo de flor y el color de la misma.
Así que, un día, buceando por Internet encontré una página que me encantó. La diseñadora Vera Wang, además de tener su propia colección de vestidos de novia y para invitadas, vi que tenía una línea de ramos para ese día tan especial.
Allí cogí mil ideas entre todas las fotos que tiene:
Pero la sección más bonita es la de boquets. Después de aclarar mis ideas, saber qué era lo que más o menos quería y lo que no quería de ninguna manera, llegó el día de elegir las flores para las mesas. Una nave gigante con olor a jazmín, repleta de estanterías con mil y un jarrones de todas las formas inimaginables, me hizo presagiar que de ahí saldría con el ramo de mis sueños. Pusieron encima de la mesa todos los recortes, fotografías y catálogos con todo lo que podía elegir. Según abro el primer álbum y echo un vistazo a la primera página, vi lo que estaba buscando:
Un discreto ramo de calas rosas y blancas.
3 comentarios:
Me ha encantado el post, muy útil para las casaderas, un beso
Que ramos tan preciosos, esque las flores son bellímas en todas sus gamas. Un saludito.
Guapísima!!! muchísimas gracias por el post y por dedicármelo...me ha hecho no sabes cuánta ilusión!
Un beso enorme!
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