El caso es que es jueves, día de trabajo y es mi cumpleaños. Él trabajando, parte de mi familia recorriendo Alemania, mi hermano investigando para su doctorado y una servidora se va a pasar sola parte del día en el trabajo.

Aparte del hecho de que me caen 30 años como 30 soles, con todos sus meses, ¡no todo es malo! El día va a comenzar muy pronto, como siempre; desayuno de cookies, como las de la foto, con el peque y a trabajar. He dejado todo medio listo para poder escaparme a media mañana a pasear. Lo bueno de trabajar por el centro es que pasee por donde pasee todas las calles son agradables. Un pequeño paréntesis en un día especial.

Y, después del trabajo, a casa, a soplar las velas en familia. Dos tartitas, una de queso y otra de chocolate, y dos velas (un 3 y un 0 y tirando, no voy a perforar la tarta). Y así es como está previsto pasar este día en que cambio el dos por el tres. No se le pueden tener miedo a los números :P

En casa, llevamos una semana haciendo coronas de cumpleaños. El peque cumple dos en quince días y quizá no me he parado tanto a pensar en la pila de años que me caen a mí porque estoy más pendiente de su futura fiesta.

Y con esto, me despido hasta mañana. Espero que os hayan gustado las fotos y, si celebráis vuestor cumple, no olvidéis empezar el día con algo especial.

¡Que tengáis un buen día!