¡Buenos días!
Esta mañana os traigo un nuevo DIY. Aprovechando que tenemos a los peques en casa, esta puede ser una buena manualidad. Una vez terminada, os servirá a vosotros y a ellos para poner en orden vuestros papeles, para hacer los deberes y para tomar notas allá donde estés. ¡Comenzamos!
Paso 1. Hazte con una tabla de madera. Yo usé una maderita de balsa finita. Si sabéis que vais a darle mucho trote a vuestro clipboard, os aconsejo que sea durita, más gruesa. Corta o compra la madera del tamaño que quieres que tenga tu clipboard. Elige además los washi tapes con los que quieras trabajar. Yo siempre suelo hacer una selección amplia y, cuando voy usándolos, hago otra criba en función de los tonos del conjunto.
Paso 2. Escoge los washi tapes que quieres utilizar. Yo siempre suelo elegir varios modelos, más de los que sé que voy a utilizar. Y luego, según voy avanzando la manualidad, voy haciendo criba de modelos (e incluso cogiendo otros que en principio no había utilizado). En esta ocasión, todos los washi tapes que he escogido son de la última colección de MT, la marca de washi por excelencia.
Comienza a forrar la madera con los washi tapes, pegándolos muy bien sobre la madera, cuidando de que no queden burbujitas que afeen el resutado final del clipboard. Corta bien los bordes, con una tijera afilada.
Para terminar, coge una pinza metálica y únela al clipboard tal y como ves en la siguiente imagen. Puedes pegarla a la madera (si la pinza tiene suficiente base como para que quede bien adherida) o unirla abriéndola únicamente, como he hecho yo. ¡Y ya lo tienes listo para usar!

Espero que te haya gustado la idea. ¡Ah! Y antes de irme, te recuerdo que en el post de ayer os dejé un descargable que preparé para que imprimáis post-it, etiquetas y sticky markers para vuestra agenda o planificadores.