Como ya te he contado alguna vez, a principios de este año comencé a seguir el bullet journal para organizar mi trabajo. Al principio, únicamente seguía esta metodología de trabajo con una planificación semanal y diaria, que me ayudaba a centrarme en el trabajo que tenía que sacar adelante en un día concreto y en esa semana en cuestión.
Este año ha sido muy complicado en el plano personal. Más de lo que hubiera deseado, porque tuve recomponer muchísimas cosas. A veces pienso que fue una especie de depresión postparto pero que pasó factura un año más tarde. No sé darle una explicación exacta, pero sí que sé que yo no estaba bien y que empecé a descuidar mi trabajo. Creeréis que es una tontería, pero os prometo que el bullet journal es lo que me hizo volver a centrarme, sacar trabajo adelante y tener una visión mensual de objetivos. Y, lo más importante: ver que todas esas expectativas y metas que me proponía iban saliendo adelante.
Fue entonces cuando vi que esa planificación mensual me estaba ayudando mucho y que era muy importante y que hoy quiero tratar este post. Quiero contaros cinco razones por las que la planificación mensual es tan importante:
1. Traza tus objetivos a corto, medio y largo plazo
La planificación mensual te ayudará a trazar tus objetivos y tareas, tanto los que tienes que llevar a cabo un día concreto, como los que te llevarán más de un día y los que solo podrás conseguir después de varias etapas o que se prolongarán en el tiempo. Recuerda jerarquizar los objetivos del mes, darles a cada uno la importancia y tiempo de ejecución que requieren.
2. No olvidarás el camino que quieres recorrer
Habiendo apuntado en tu planificador mensual todas las cosas que quieres hacer en esos 30 días, hace que no pierdas de vista ese camino que quieres recorrer durante el mes. Sabrás cuál es tu punto de partida y, lo que es muy importante, cuáles y dónde están tus metas. Te ayudará a no perderte, a no malgastar tu tiempo y a dejar de procrastinar.
3. Solo escribir ayuda a recordar
Recuerdo cuando estando en el colegio y en la universidad era el tipo de estudiantes que para prepararme para un examen tenía que hacer con un folio y un bolígrafo (bueno, o unos cuantos, pero ese no es tema ahora ;P). Es decir, que para memorizar tenía que ir escribiendo lo que iba estudiando. Esquemas, esquemas y más esquemas. Y, ¿sabes? Me ayudaba muchísimo, porque el simple hecho de escribir lo que tenía que aprenderme hacía que se me quedara grabado el 60% del temario. Y cuando te paras a escribir tus objetivos, hace que muchos de ellos los memorices y los tengas siempre pendiente en tu cabeza.
4. Tendrás el mes dibujado en tu cabeza
Una parte muy importante de la planificación y que siempre incluyo en mi bullet journal es el calendario del mes. Un esquema, normalmente hecho a mano, de lunes a viernes y todos los días escritos. Solo con echar un vistazo sabes la división de las semanas del mes, del tiempo que queda para acabarlo. Poco a poco, se dibuja un esquema mensual en tu cabeza.
5. Tareas acabadas, chute extra de motivación
El simple hecho de ir viendo cómo vas consiguiendo alcanzar los objetivos e ir tachando las tareas pendientes hace que la motivación crezca y, con ella tu productividad. El mundo de las emociones tiene mucho que ver y solamente ir viendo cómo progresas en tu trabajo y planificación resulta muy inspirador y dan ganas de seguir avanzando en tu camino.
Y para mí, estas son las cinco razones por las que la planificación mensual sea una herramienta fundamental a la hora de llevar a cabo mi trabajo y no perderme por ese camino del que hemos hablado. De verdad que te animo a que lo intentes. Prueba 30 días (da igual que no sea inicios de mes, no es excusa para dejarlo para más adelante), sé constante y verás cómo da sus frutos. Me encantará que me cuentes tus avances.
Por hoy, nada más, solamente me queda desearte un buen día y un mejor finde semana <3 p="">
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¡Feliz viernes!
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1 comentario:
Un post super inspirador! Realmente tu dominio del lettering es espectacular, nos encanta!
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